Las Tareas de Alto Riesgo o… los trabajos que matan
Se consideran tareas de alto riesgo [TAR], aquellas actividades que por su alto grado de peligrosidad pueden llegar a generar accidentes laborales graves o mortales. En efecto, son las consecuencias que pueden causar en el trabajador accidentado las que obligan a fijar la atención, del empleador y los trabajadores, en el momento de ejecutar una tarea de estas características.
Las 5 más peligrosas.
Son cinco las tareas de alto riesgo, las más peligrosas, las que cuándo producen daños generan las lesiones más letales en el mundo del trabajo son ellas: alturas, espacios confinados, las energías peligrosas, los trabajos en caliente y quinto y último, y no por último menos letal, las sustancias químicas y/o radioactivas peligrosas.
Bodybuilding: train 5 times a week, the ideal program how long to lose 30 pounds calum von moger: back workout musculation video.En próximo artículo, ahondaremos en cada una de ellas, sin embargo, cabe anotar que de las 5 mencionadas es el trabajo en alturas, la más extendida en el mundo del trabajo, la más transversal a los diversos sectores o actividades económicas. Según expertos, se calcula en cerca de 3 millones los trabajadores que en Colombia se exponen a riesgos por caídas de alturas, en algún momento de su vida laboral, y fue precisamente por esto, por el alto número de expuestos y más aún por la alta accidentalidad generada, la que llevó al Ministerio de Trabajo a emitir desde el 2.008, el primer reglamento de prevención y protección contra caídas. Actualmente, es la resolución 1409 de julio de 2012 (Mintrabajo), la norma vigente que regula esta TAR la que, entre otras cosas, obliga a que todos los trabajadores expuestos a caídas de alturas superiores a los 1,5 metros, deban realizar los cursos de trabajo en alturas, para los cual existen los Centros de entrenamiento autorizados, antes por el SENA y hoy por el propio Ministerio de Trabajo.
Más que un requisito – Una norma que salva vidas.
Si, muchos empleadores y no pocos trabajadores, ven normas como la arriba como un requisito que los hace perder tiempo y plata, pero la razón de que exista y perviva, a pesar de sus múltiples oponentes, está en el mismo CONSIDERANDO que encabeza la Res. 1409 de 2012: “…Que el trabajo en alturas está considerado como de alto riesgo debido a que en las estadísticas nacionales, es una de las primeras causas de accidentalidad y de muerte en el trabajo”. Aunque no lo crea, o se resista a ello, es cierto, hoy es una de las primeras, pero no la primera, aunque en el pasado si lo fue; claro que si: la primera causa de muerte y de accidentalidad grave en el país. Y esta norma, ayudó a contener y a reducir la accidentalidad por este factor.
Otro reglamento que regula otra TAR, es el Reglamento de Salud Ocupacional del Sector Eléctrico (resolución 1348 de abril de 2009 del entonces Ministerio de la Protección Social), el que como veremos más adelante, regula toda la actividad laboral de los trabajadores que manipulan la energía eléctrica, la más peligrosa de todas las energías peligrosas. Explicar esto, merece un capítulo aparte.
Como puede notarse, en el 2008 salió el Reglamento de trabajo en alturas y al año siguiente el de la “energía eléctrica” y la idea del Ministerio de Trabajo era sacar reglamentos para las otras TAR; de hecho alcanzaron a salir varios borradores del Reglamento para trabajos en espacios confinados, pero las presiones políticas y “socioeconómicas” han impedido que, hasta el sol de hoy, no vean la luz pública.
Aún falta mucho por hacer, falta ahondar en la aplicación del Reglamento de Trabajo en Alturas, así como la aprobación de nuevos reglamentos para las demás TAR, pero cuántos trabajadores no se han salvado de morir o de quedar lisiados gracias a que realizaron un curso de trabajo en alturas y a que obtuvieron una certificación de primera vez, como comúnmente se conoce el nivel avanzado, o porque se han estado reentrenando anualmente, o sea que se han “recertificado” como se lo denominaba en años anteriores. Tranquilos dormitan en sus hogares, descansan tras una larga jornada laboral o quizás corren y juegan con sus hijos, sin saber, que a la sombra y en silencio una norma, y quienes trabajamos por cumplirla, velan por su salud y su bienestar.